miércoles, 25 de febrero de 2009

La Danza de los siete velos

Mito y realidad develados.

Generalmente la gente relaciona la danza de los siete velos y la danza oriental, como si fueran lo mismo, y de ahí deriva la idea errónea de que la danza de los siete velos es parte común del show de la bailarina de danza árabe. (Por lo que deriva en falsas expectativas por parte de los hombres). Pero, ¿por qué este error perdura arraigado en el tiempo?

Intentaré explicar la causa de este error. Creo que es importante saberlo, ya que muchas veces las personas que no tienen conocimiento sobre esta danza, al relacionarla con la “caída” de los siete velos, se imaginan que se trata de una especie de striptease; y la danza árabe no tiene nada que ver con desvestirse (siento desilusionar a algunos hombres, pero así es). Aunque, debo aclarar que hay bailarinas que reinterpretan esta danza inspiradas en el mito, resultando de ello danzas con manejo de múltiples velos, donde van despojándose de los velos uno a uno, hasta quedarse solo con el traje de odalisca. Realizada con buen gusto y creatividad resulta un hermoso y atractivo espectáculo.

Ahora, para rastrear su origen y supuesto vínculo con la danza del vientre debemos respondernos a la pregunta: ¿Dónde surgió o quién inventó la danza con siete velos? Bueno, la danza del vientre se origina en un pueblo y una zona geográfica específica; Medio Oriente. Sin embargo, la danza de los siete velos se origina en la zona cerebral donde prolifera la imaginación. Esta región no se encuentra en ningún mapa, lo que no impide que permanezca en la fantasía colectiva. Es decir, no hay ninguna tradición histórica de esa danza en Medio Oriente.

Y, ¿cómo podemos ubicar esta danza en el tiempo? Hay dos versiones muy diferentes. Una de ellas proviene del mito de la diosa Ishtar de la mitología mesopotámica, diosa babilónica del amor, la fertilidad y la guerra, conocida también como Inanna en Sumeria o Astarté en Fenicia. La leyenda cuenta que al morir Tammuz, su esposo, Ishtar descendió a los infiernos para arrancarle a su hermana, la terrible Ereshkigal, el poder sobre la vida y la muerte. Para eso, ella tendría que pasar por siete portales y en cada uno dejar algo de su pertenencia, en las seis primeras puertas se despojo de sus joyas y en la última de su atuendo, hasta que llegó desnuda e indefensa ante Ereshkigal, que la mató y colgó su cuerpo en un clavo. Pero los dioses crearon un ser capaz de entrar en el mundo de los muertos para resucitar a Ishtar. Así es como Ishtar vuelve a la vida y nace la primavera.
No obstante, en la leyenda no se hace mención a velos, sino joyas; y no hay ninguna danza. Tampoco hay registros de que algunas de las culturas que adoptaron a estas diosas hayan realizado rituales danzados representando este mito.

Otra de las versiones, quizás la más conocida, y la que más despierta la curiosidad de todos es la de Salomé. La Biblia nos dice que Juan el Bautista estaba detenido por Herodes debido a que había condenado el hecho de que conviviera con Herodías, la mujer de su hermano Filipo. Herodes no se atrevía a matar al profeta, pero Herodías quería castigarle. En una fiesta la hija de Herodías baila para Herodes, este entusiasmado con su sobrina le ofrece concederle cualquier cosa que pida. La chica, instigada por su madre, pide la cabeza de Juan el Bautista en bandeja de plata. (Mateo 13, 3-12 y Marcos 16, 17-29). Esto es lo que dijo Marcos: Llegó el día oportuno cuando Herodes, en la fiesta de su cumpleaños, daba una cena a sus príncipes y tribunos y a los altos dignatarios de Galilea. Entró la hija de Herodías y danzó, y agradó a Herodes y a los que estaban con él a la mesa. El rey entonces dijo a la muchacha: -Pídeme lo que quieras y yo te lo daré. Y esto lo que dijo Mateo: Pero cuando se celebraba el cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías danzó en medio y agradó a Herodes, por lo cual este le prometió con juramento darle todo lo que pidiera.
La Biblia dice que Salomé bailó para Herodes, pero NO que lo que bailó fuera la danza de los siete velos. No se especifica que tipo de danza bailo, si era seductora, si implicaba desvestirse, ni se nombra a los velos, ni el número siete, de hecho, en los evangelios no mencionan ni siquiera su nombre, solo la llaman hija de Herodías.

Entonces, ¿Quién creo la danza de los siete velos?
El creador fue Oscar Wilde, él escribio esta obra dramática pensando en su amiga Sarah Bernhardt, quien luego la interpretó. En 1892, se prohibió su estreno basándose en una ley que prohibía poner en escena textos sagrados. La obra se representó por primera vez en París, en 1896, estando el autor en prisión. En esta obra, Salomé se enamora de J. Bautista y baila seductoramente con 7 velos para persuadir a su padrastro de que lo mate por ignorarla. En 1905 el músico alemán Richard Strauss compuso una ópera basándose en la obra. La obra fue "escandalosa e inmoral" para aquella época y finalmente se censuró.
Es decir, tanto la obra de Oscar Wilde como la ópera de Richard Strauss no coinciden en absoluto con la referencia bíblica de Salome, pero es la Salome de los siete velos, inventada por la creatividad de estos artistas irreverentes, la que quedó grabada a fuego en la memoria colectiva y la que conectan invariablemente con la danza árabe.

Más tarde, se llevo al cine y Hollywood inmortalizó la danza de los siete velos, con Rita Hayworth en el papel de Salomé. Los velos, las transparencias y el sugerente vestuario develando el escultural cuerpo y la incomparable belleza de la Hayworth son el cóctel explosivo, por el cual una danza que nunca existió, como la danza de los siete velos, perdure a través del tiempo, en la imaginación y la memoria de muchos hombres. Por eso, es entendible cuando alguien, sabiendo que haces danza árabe, pregunta: “Y, ¿hacen la danza de los siete velos?”. La respuesta larga sería la explicación dada aquí, y la corta: “No, Rita hay una sola, y sólo ella puede interpretar a Salomé”.


Khaleia, Profesora de Danza Árabe.

Este artículo es de autoría de Khaleia, se pide no reproducirlo sin su consentimiento.

martes, 24 de febrero de 2009

La danza del vientre y sus diferentes denominaciones

La danza del vientre es una danza milenaria que surgió en el norte de África y todo Medio Oriente que se caracteriza por ser muy femenina y se la conoce por diferentes nombres: Raks sharki, danza oriental, danza del vientre, danza árabe, bellydance y más.
Pero, ¿porqué tantos nombres para una sola danza? Muchas veces, el nombre cambia según el país. Por ejemplo, en Grecia es conocido como chiftetelli (como el nombre del ritmo), en Turquía como rakkase, en Egipto Raks Sharki, y en Estados Unidos Bellydance. En Medio Oriente también es llamada danza oriental para distinguirla del baladi o danza del país.
Sin embargo, no sería correcto decir danza oriental ya que se puede considerar oriental también a la danza de la india, japonesa o china.
Cuando decimos danza del vientre, todos sabemos a que danza nos estamos refiriendo. Y también, al nombrarla así, estamos haciendo énfasis en el vientre que simboliza el eje y centro de la persona, no sólo físico, sino espiritual, y es significativo para las mujeres, porque en el vientre se pude gestar y cobijar a otra vida, un poder absolutamente femenino. El nombre de danza del vientre surgio (en el siglo pasado) a partir de una bailarina que estaba bailando en una feria, y unos franceses la bautizaron de esta forma, porque les llamo mucho la atención sus característico movimientos del estómago.
En Estados Unidos se la conoce como bellydance, que es la traducción de danza del vientre (belly-vientre, dance-danza). Por eso, las personas de habla hispana, si deciden decir bellydance en vez de danza del vientre, o es porque son "fashion", o porque están influenciados por Estados Unidos y su estilo de danza es más estilizado.
En Argentina, se conoce a la danza del vientre como danza árabe. Decir danza árabe, no es absolutamente correcto, ya que en esta danza intervienen muchos elementos que provienen de diferentes culturas, no sólo la árabe. Sin embargo, acá se hizo conocida de esa forma, por lo tanto no está mal llamarla así, siempre y cuando se aclare y defina bien de que se trata esta danza.
Aunque esta danza puede ser nombrada de diferentes maneras, cuando se baila es inconfundible con cualquier otra danza, por lo tanto, lo importante no es como la llamamos, sino como la bailamos.



Khaleia, bailarina, profesora e investigadora de Danza árabe.